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Ser devorado por el dragón/Monstruo de la Tierra: Por todas mis relaciones

Ya venía presintiendo que necesitaba una limpiadita de mi energía y sucedió. Recibí una invitación, bastante solemne para una ceremonia de temazcal. Una cortesía desde las formas antiguas de presentar agradecimientos por las labores que Niebla y Tiempo A. C. ha realizado en favor de Huapalcalco. “Cuando sus relaciones lo permitan” decía la invitación, y por supuesto, llamo mi atención la expresión; estando ya en los preparativos del temazcal, mientras el fuego amacizaba nos explicaron que aquella expresión es otra forma de referirse a la existencia, pues el paso por esta tierra, en la que somos materia, está circunscrita a las relaciones que mantenemos con todo aquello que nos rodea, montañas, plantas, animales, personas, antepasados, descendencias: por todas mis relaciones. Me parece lindo y adecuado, pues ya desde hace tiempo reconozco en la forma en que habito el territorio, cúmulos de relaciones interconectadas, materiales e inmateriales, animadas e inanimadas, profundas y superfic

Del beisbol y las logias mixtas en México

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Es curioso como todo en la existencia está interconectado, el beisbol y las logias mixtas. Hoy el beisbol es alegoría política, y aunque se presta para charadas desafortunadas, quiero compartir un entendimiento que asimilé hace algunos años. Para expresarlo, me parece conveniente señalar dos puntos en la historia, tres latitudes y por supuesto la actualidad. En la década de los años treinta, en Cuba nació una nueva manifestación liberal; preocupadas las logias masónicas de aquella isla, por el deterioro de los valores morales que dieron pauta al liberalismo político un siglo atrás, un constructor de la gran obra, herrero de oficio Don Fernando Suarez Núñez ideó (a partir de los preceptos del pensador José Martí) la institución conocida como A.F.E.F. (Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad). Tal institución de corte pedagógico ha tenido por rumbo: promover el autoaprendizaje a partir de una dinámica colectiva. Vale la pena hacer una breve digresión. Cuando el pensamiento de

El asombro otomí I

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Árbol/Vasija de la vida en bordado de la sierra otomí-tepehua de los años setenta En el recorrido guiado por Huapalcalco, corrijo: en el ejercicio de hacer Topializ, hoy en Huapalcalco, volví a encontrar el asombro. Una abuelita originaría, feliz de presumirnos que tiene muchos nietos, pero que solo iba con dos, al inicio del recorrido de pronto y sin preámbulos nos contó que ella vive en Napateco, cerca del cerro y que endenantes sabía que en Huapalcalco había dragones, que se les podía ver y que la gente sabía que estaban ahí y que se comían a los burros; dijo que no sabe qué pasó con ellos, quizá se incrustaron en las rocas, o se fueron al interior del monte ¿Dragones? La tentación de invalidar su decir es terriblemente real, pero y ¿por qué no? ¿a qué se refiere cuando dice: dragones? Más adelante nos contó que ella es hablante del hñahñu la lengua originaria del centro de país, de los más antiguos pobladores de la altiplanicie magueyera de México, los otomíes, hijos predilectos d

El cuerpo y el destiempo en Huapalcalco

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Siento gran alivio recorriendo el monte ancestral de Huapalcalco, algo en la movilidad letarga de ese espacio alivia mi corazón; el destiempo que experimento ahí es un fenómeno estético, de la estética de la liberación para ser preciso. El filosofo Dussel refiere ‘conmoción ante la belleza de la realidad’, una serie de emociones fundamentales que simple y llanamente siento, emotivamente ¿acaso corporalmente? Diré que sí, mi cuerpo está puesto en ese preciso momento y lugar .   Es la atmosfera quizá, o el magnetismo del cerro en función Theta vibrando vertiginosamente con una rítmica tal que descompone el tiempo. Los antiguos de nuestro territorio pensaban que existen varios tiempos confluyendo simultáneamente, el tiempo de los humanos y el tiempo de los dioses, y que en algunos lugares se encuentran cómplices de la realidad. Por eso hay tradiciones orales que encriptan ese fenómeno difícil de explicar racionalmente, entonces el mito ayuda a transmitirlo: mitad símbolo lógico, mitad re

Espacio de convivencia propio, no ajeno

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Asistir a un lugar donde las identidades remontan origen, donde lo que somos en está mundialización: se particulariza y se hace objetiva, como dicen los nahuas “donde un espejo se nos pone delante, donde surge un rostro y se fortalece el corazón”, es un privilegio. Estos lugares debemos visitarlos con alegría y habitarlos con alegre rebeldía, para compartir con uno mismo, con los ancestros y con la comunidad, compartir el júbilo con nuestros semejantes. De este modo he vivido Huapalcalco lo últimos quince años de mi vida. Sin embargo, al INAH le parece delictivo el acontecer de reuniones donde compartir aquello que somos y que hemos sido. Celebrar un recorrido guiado, escalar en las peñas del lugar, escuchar a una arqueóloga presentar el resultado de sus investigaciones es un delito. Lo anterior dicho con conocimiento de causa, porque hemos sido denunciados penalmente por hacerlo; pero eso será motivo de otro texto. Ahora me parece importante señalar que cuando la institución se hace

Un monte sagrado, una montaña de origen, un cerro con personalidad

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Los guardianes de Huapalcalco - Victoria Akino y Alejandro Nahual Al paso de los años he vivido en Huapalcalco un sinnúmero de experiencias inscritas en mi memoria que me llevan a pensar en cómo es que habitamos los espacios simbólicos en México; en este país de contrastes, de ancestralidad, de posmodernidad, de familia, de ciudad, de ser diversos. Considero que los sentimientos profundos que tengo para con el lugar, responden a esa posibilidad que he tenido de habitarlo. La dinámica actual, invita por principio, a delimitar fronteras de lo que es el sitio arqueológico Huapalcalco y lo que no; claro que, para el mundo de las instituciones, y las leyes de los estados-nación son necesarios los limites o las delimitaciones. Sin embargo, como habitante de este territorio, desde la memoria y el sentir, los límites son neblinosos, imprecisos, innecesarios; percibo con más legitimidad, los límites que el tiempo impone, a mi memoria, por ejemplo, a la memoria colectiva para seguir y aquello qu

Huapalcalco, el bracero ceremonial y el día de muertos

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  Está de moda, afortunadamente, hablar de comunidad , y para quienes somos herederos (al menos en parte) del pensamiento Mesoamericano, tenemos las de ganar; siempre y cuando pongamos interés por reconocer aquello que somos en lo profundo y no solo las distorsiones superficiales de la posmodernidad. En aquello diverso que es Mesoamérica, en aquello ancestral, remoto hasta la edad de piedra y más atrás, en este territorio compartido que hoy llamamos México y que yo nombraré Huapalcalco porque es donde me toca hablar, se consideró lo comunitario como eje esencial de la vida, porque gracias a eso el ser humano como cultura abandonó el cerro de origen y la oscuridad y el olvido del tiempo y tomó presencia en este espacio-tiempo. El pensamiento Mesoamericano considera lo diverso y lo comunitario como complementos generadores, y en un montón de prácticas culturales que han sobrevivido hasta nuestros días permanece ese pensamiento. Cualquier día, por el motivo que sea, estaba caminando po